Siempre se ha dicho que los comienzos son duros, pero yo no
me esperaba un día así.
Salimos de casa a eso de las 11:30am para llegar al
aeropuerto con la suficiente antelación como para poder facturar, comer, y
coger el avión a tiempo.
Primer contratiempo del día: nos acercamos al mostrador para
facturar, poso la maleta en la cinta y la amable señorita que había detrás de
esos altísimos mostradores me dice que mi maleta tiene sobrepeso y que tengo
que pagar 42€ por los kilos de más que llevo (todo esto después de haber
contratado 6kg más el día anterior) ¡¡VIVA EL LOW COST!!
Después de pagar, una vez más, fuimos a comer algo ya que el
vuelo no salía hasta las 3 pm (hora española) y
no íbamos a estar sin comer hasta que llegáramos…
Tras despedirse de la familia, de dejar a tu madre
llorando en el piso inferior del aeropuerto y de emocionarte tu misma cuando
oyes las últimas palabras de tus abuelos antes de salir de España, te metes en
un avión, no sin antes oír algún chistecillo malo por estar volando un 11 de
Septiembre.
El vuelo transcurre sin problemas y por fin..."Queridos pasajeros
hemos llegado al aeropuerto de Londres, Stansted, la hora local son las 15.50 y
la temperatura exterior es de unos 15 grados"
¡Ya no hay vuelta atrás! ¡Estoy aquí! ¡Comienza la aventura!
Para salir de Stansted cogimos el tren (que previamente
habíamos reservado) se llama Stansted Express, sale cada 15 minutos del
aeropuerto, el trayecto dura 45 y te deja en London Liverpool Street, el
servicio es inmejorable aunque no es la opción más barata. Si queréis ahorraros
un poco de dinero (¡que nunca viene mal!) os aconsejo el autobus, tarda más
pero es más barato y el servicio también es bueno.
Una vez en Liverpool Street, al ir con 4 maletas tuvimos que
coger un taxi y trasladarnos hasta Waterloo Station donde cogeríamos el tren
que nos traería definitivamente a Southampton.
Eran eso de las 6.30 de la tarde cuando nos montamos por fin
en el tren que nos traería a Southampton y una hora y media después
¡¡LLEGAMOS!!
Mi antiguo casero, un señor muy amable, fue a recogernos a la
estación y nos dio un pequeño tour por la ciudad para que fuéramos conociendo
un poco donde íbamos a estar Iso (mi tia), los próximos días, y yo, el resto
del año, desafortunadamente era de noche y no se veía mucho pero nos propuso
poder ir a IKEA antes de que cerrará (supuestamente a la 10) para que comprase
el nórdico, la almohada, y esas cosas que se necesitan.
Nos dejo allí 10 minutos antes de las 9 esperando que en algo
más de una hora tuviésemos tiempo para hacer las compras, pero ciertamente la
hora de cierre era a las 9 y prácticamente nos echaros ¡¡Sin haber podido
comprar nada!! por lo que tuvimos que quedarnos esperando durante una hora en
un aparcamiento en el que solo había ratas pasando de un lado a otro, sí,
podéis volver hacia atrás y leer de nuevo, RATAS ¡Con el pánico que yo les
tengo!
Cuando vino a recogernos estábamos heladas y yo, al menos,
muerta de asco y miedo a partes iguales.
Nos llevo a la casa donde supuestamente iba a vivir durante
el resto del año y las cosas no hicieron más que empeorar.
Cuando entre en la
casa conocí a la chica que había creado el grupo en Facebook por el que
habíamos acordado vivir en esa casa ¡Pero no teníamos nada firmado y esa fue mi
salvación!, ella estaba con sus amigos bebiendo (¡de fiesta!) y el olor que
desprendía aquella casa, aun no sé cómo explicarlo, era una mezcla extraña
entre cerrado, suciedad y putrefacción.
Me quede bastante sorprendida cuando comencé a ver las estancias
de la casa y el panorama que ellas se presentaba (las fotos no le hacen
justicia y es una pena que no puedan transmitir tampoco olor).
Pero cuando llevas un día tan largo como llevábamos nosotras,
con viaje, maletas, movimientos, etc, lo único que necesitas es, una
habitación, una cama y dormir; y subimos a mi habitación y en un principio solo
pensé que al día siguiente me esperaría un duro día de limpieza, pero no era
solo eso…
Una vez metidas en la cama y después de haber limpiado como
buenamente pudimos todos las cosas que teníamos que tocar y quitadas todas las
telas, con sus correspondientes arañas, nos empezamos a dar cuenta que aquello
no era solo trabajo de un día, ni solo de limpieza, ni no que habría que
cambiar muchas cosas para que aquella casa pudiese ser habitable (al menos para
mi).
Esa misma noche decidimos que en vez de desperdiciar el día
limpiando debíamos ponernos a buscar agencias, anuncios por internet… lo que
fuera para intentar salir de esas casa cuanto antes.
Y así terminó el primer día… con una idea muy muy clara,
salir de aquella casa lo antes posible y poder comenzar a disfrutar de la
estancia en Southampton.
Nos vemos mañana para contaros un poco más, hasta entonces…
¡¡Paciencia y disfrutad!!
Desde aquí quiero dar las gracias por la acogida que está
teniendo el blog y los comentarios tan positivos que he recibido hasta ahora,
trataré de ir mejorando cada día un poco más. GRACIAS
Por lo menos es un sitio a techo algunos no tienen ni eso no te quejes tanto y aprovecha la oportunidad q tienes de ver otras culturas y no veas solo lo malo seguro q algo bueno y enriquecedor tiene se positiva y" animo "q después de la tormenta viene la calma
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