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Monday, 30 September 2013

DIA 3: EL DÍA DE LA SALVACIÓN

Yo todavía no lo sabía pero este día iba a cambiar mi estancia (para bien en Southampton). 

La salvación y el fin a mi estancia en aquella casa del terror. Mi salvación se personificó en forma de chica rubia con cara de ángel y vistiendo chubasquero y leggins.

A eso de las 10.30am sonó el timbre, yo estaba arriba con mi tia, y uno de los chicos que todavía vivía allí le abrió la puerta y se oyó una voz de fondo

- Hi! I'm Elisa, and I'm going to live here

Aquellas palabras con acento francés me sonaron a gloria cuando las escuche desde la planta de arriba.

El chico que le abrió la puerta no tenía ni idea de lo que aquella pobre rubia le estaba diciendo pero yo sí, por fin no estaba sola, quizá el calvario acabase pronto. Pero no era yo la que tenía que hacer las veces de anfitriona por eso fui cautelosa y esperé al final de las escaleras (siendo prudente, pero sin dejar de mirar lo que pasaba) hasta que la "anfitriona" saliese a recibirla. 
Y así fue, ella salió le dio un abrazo y dos besos (de manera tan efusiva que casi la asustó) y comenzó a explicarle como era la casa, donde estaba todo y cual (quizá) sería su habitación. 
Al fondo del pasillo, acompañando a Elisa, venían sus padres, a los que, a medida que avanzaban por las estancias de la casa, les iba cambiando el rictus de la cara de manera insólita y ese fue mi momento: baje, me presente y "secuestre" a Elisa a un lado, sin que la otra chica nos oyese, para informarle de que esa misma cara y esos mismos pensamientos que me estaban transmitiendo sus ojos vidriosos en aquel preciso instante, yo ya los había experimentado y que no se preocupase que yo ya estaba buscando otra casa para salir de allí.
Entonces, la inquilina de la casa (la chica que nos había dado a conocer aquella casa mediante el Facebook) nos interrumpió y justo delante de la puerta de mi habitación les pregunto a los tres.

- Well, how do you see the house? Do you like it?

Y en ese preciso instante la madre de Elisa pronunció una de las frases que creo, que quedará para la posteridad en nuestras memorias.

- (con acento francés, pero sin titubear un solo instante) dijo: "to be honest, I find it really dirty"

Y lo más sorprendente fue la respuesta de la chica "well, I know but, you know, it's not my house"

¿Cómo narices puede decir una persona que lleva viviendo en una misma casa más de un año que no es su casa? No sé, esperaba una escusa barata, mala, pero eso no, desde luego.

Elisa enseguida le dijo que ella no se iba a quedar allí y que buscaría otra cosa, le dio las gracias por todo y me espero, junto con sus padres, en la puerta para ir a buscar algo.

En cuanto empezamos a caminar, las dos supimos que en ese preciso instante se estaba forjando una amistad, que espero sea para muchos años.
Una experiencia como aquella marca, pero también une. Desde aquel momento, y tras decirle donde podíamos ir, nos dirigimos en busca de varias agencias ¡Ahora todo sería más sencillo! ya no era una sola persona, si no tres. ¿Dónde está la tercera? La tercera, era Laurine, que llegaba al día siguiente, pero a la que no íbamos a dejar que se metiera en aquella casa.

Allí empezó un día duro e intenso, visitamos a eso de las 12 una casa preciosa, ¡¡Sin moqueta!! y aunque estuviera un poco lejos, nos daba igual, la cosa era poder entrar lo antes posible. Era súper chula, pero desgraciadamente era solo para dos personas, no había sitio para más y no íbamos a dejar a la pobre Laurine tirada en la cuneta sabiendo lo mal que se pasa.
Así que seguimos, fuimos a ver una agencia en la que nos dijeron que tenían una casa que estaba limpia y bien cuidada algo prioritario para nosotras. Quedaban 5 habitaciones libres, es decir, solo una de toda la casa estaba ocupada, y la chica añadió que el chico que estaba en ella y que se mudaría al día siguiente era español y muy guapo. Así que, después de echarnos unas cuantas risas viendo que al padre de Elisa eso de que el chico fuera guapo no le hacía mucha gracia, nos fuimos a verla.

Y entonces, todo cambió. 

El nombre de la calle ya era prometedor para una estudiante de Filología Inglesa "Shakespeare Avenue". Entramos, vimos la casa y lo supimos al instante ¡ERA NUESTRA CASA!



Fuimos a la agencia dispuestos a pagar y a hacer todo el papeleo, pero estaban bastante ocupados y nos pidieron volver en una hora más o menos, por lo que nos fuimos a comer, pero gracias a que la comida tardaba demasiado y que debíamos regresar a la agencia en poco tiempo, se produjo una de las situaciones más cómicas hasta el momento. El padre de Elisa, francés, sin muchos conocimientos de inglés y ninguno de español, y mi tia, española y sin conocimientos de inglés ni francés más allá de bonjour, merci, sorry & hello se quedaron en el restaurante esperando a que regresáramos de nuevo.

A todo esto, en el momento más crucial de todo, cuando por fin vas a pagar, mi tarjeta me deja tirada y el datáfono de la agencia me la rechaza, os podéis imaginar mi cara. Recopilamos todo el dinero que teníamos en "cash" entre mi tía y yo, más un poco que me dejo sacar el cajero y libra a libra (en billetes pequeños) pagué 3 meses más el depósito que nos pedía la agencia.

Lo del banco fue un palo, ¡¡Si vais a viajar fuera y vais a tener que hacer un pago contundente os aconsejo que vayáis a vuestro banco y os aseguréis de que no tenéis límite o es superior al pago que vais a hacer!!, pero al menos la teníamos ¡¡La casa era nuestra!!

Quedamos para el día siguiente a las 11 de la mañana en la agencia para firmar el contrato y que nos dieran las llaves y ¡listo!

Fue un día bastante agotador por lo que el resto de la tarde la pasamos descansando y soñando con la nueva vida que empezaría al día siguiente. Era la última noche en la casa (del terror) y eso se merecía estar contenta por fin. 


Seguiré contándoos mañana, hasta entonces… ¡¡Paciencia y disfrutad!!

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