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Tuesday, 1 October 2013

DÍA 4: Lo que IKEA ha unido que no lo separe nadie

11 de la mañana: nervios, tensión, pero todo preparado y solo esperando a recoger una llave. 
Allí estábamos, puntuales los cinco como un clavo, la chica de la agencia nos estaba haciendo esperar un poco, porque ¡¡no sabéis la cantidad de gente que había allí!! Si queréis triunfar en un negocio, montad o una agencia o construid una casa en Southampton (aunque supongo que es más o menos igual en todas las ciudades universitarias).

Mientras estábamos esperando en aquellos comodísimos sofás (casi quedándonos dormidas) por culpa de tener que pasar la última noche en la casa (del terror) también sin dormir, porque uno de los chicos que vivía allí se iba y se acordó de mover las maletas a horas intempestivas… entró en la agencia una chica rubia con cara de cansancio y miedo a la vez, y cargada de maletas, pero con la misma gesto angelical que Elisa, ¡ya estábamos todas

Era la tercera compañera que nos faltaba, Laurine. En seguida la pusimos al tanto de todas las cosas que necesitaba, y de nuevo, en el momento más crucial…¡ le falló la tarjeta! Ya habíamos pasado por aquello el dia anterior por lo que le dijimos que no se preocupara, que al día siguiente podría terminar de pagar, y la verdad es que en ese sentido tampoco tenemos queja de la agencia, en todo momento se portaron genial con nosotros y no nos pusieron ningún impedimento.

¡Todo listo! Uno de los momentos más delicados que he vivido yo aquí, sucedió a continuación, era el momento de ponerse a leer y firmar el contrato de arrendamiento. De primeras, todos los contratos son difíciles de entender, eso ya lo sabemos todos (las palabras técnicas, la letra pequeña…) pero si además es en otro idioma… la cosa se complica. Tras revisarlo minuciosamente lo firmamos las tres y ahora sí que sí ¡Ya no había vuelta atrás!

Llegamos a la casa, y mientras estábamos esperando en la puerta (a que llegará el padre de Elisa con el coche y sus pertenencias) un chico moreno, alto y muy majo nos abrió la puerta ¿¡Nos estaba esperando!? (sí, la agencia le había avisado de que llegaríamos)

En seguida congeniamos los 4, nos pusimos a hablar, a comentar cosas de la casa, hicimos varios viajes a la casa (del horror) para recoger todas las cosas que tenía allí , y empezamos a planificar lo que teníamos que hacer para poner a punto la casa, que a pesar de que era lo mejor que habíamos visto, necesitaba pegarle un meneo (en cuanto a limpieza se refiere) y también comprar algunas cosas como (platos, tazas, cubiertos, ollas, trapos, utensilios para la limpieza, la primera tanda de comida…)

Hicimos dos paradas obligatorios, la primera en el Sainsbury; para llenar la nevera y comprar las cosas más básicas de comida que os podéis imaginar, parece mentira pero estamos acostumbrados a tener unas cosas de "base" en toda casa, que cuando te mudas no tienes y necesitas. La segunda compra grande fue en IKEA ¡Gracias a dios que tenemos uno cerca y que teníamos coche ese día para transportar todas las cosas! Ya os podéis imaginar la mega compra de IKEA, platos, vasos, cubiertos, tablas de cortar, cortinas para el baño, jarras, bowls, alfombrillas… ¡Un super carro a tope de cosas!




Después de tan solo 2-3horas ya éramos una familia, dábamos el pego totalmente. Volvimos a casa a echarle una mano a Iso y a la madre de Elisa (que se habían quedado en casa limpiando) y cuando llegamos estaba todo más que perfecto.

¿Y cuál era la mejor manera de celebrar que ya teníamos nuestra casa y nuestra nueva "familia"? Preparando la cena y cenando todos juntos!





La verdad es que tengo un recuerdo precioso de aquel día, fue el "turning point" del comienzo de mi estancia en Southampton y la mayor parte de todo eso se la debo a mis "housemates", a mis compañeros de casa ¡Que son increíbles! Nunca pude pensar después del comienzo tan atropellado que tuve que iba a encontrar gente tan estupenda con la que compartir no solo casa si no un montón de comidas, paseos por Southampton, fiestas…





Tener compañeros así te da la vida, estar fuera de casa, es genial por una parte, pero por otra no es nada fácil y sentirte como en casa en un país que no es tuyo, en una casa que no es la tuya y con gente que solo conoces desde hace unos días no es fácil, pero yo puedo decir que lo he conseguido, que me siento en casa y es gracias a ellos. 



THANKS

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