Hoy no seré yo quien escriba el post, os dejó con Beatriz, quien hoy nos cuenta una de sus experiencias como Erasmus en Leeds. La he conocido gracias al blog y no quiero perder la ocasión de darle las gracias por querer participar en él y acercarnos su punto de vista. ¡Os dejo con ella!
Cuando la creadora de este blog me pidió que contara algo
sobre mi experiencia Erasmus no sabía muy bien de qué podía hablar pero después
me acordé de que hay una especie humana inexistente en el sistema universitario
español y esos son los “Freshers”. En un artículo Virginia
ya habló sobre la “freshers week”, y ahora a mí me gustaría compartir con
vosotros mi experiencia conviviendo con esta generación. Desde el primer día
nos pareció que había algo raro, diferente, una gran barrera que nos separaba a
Erasmus y freshers y que sólo se derrumbaba en los momentos de fiesta. Por lo
demás y pese a la corta franja de edad entre los dos, apenas 3 años, se
presentaba un abismo casi insalvable.
En el sistema
anglosajón al igual que en el americano en el primer año de universidad, los
estudiantes van a vivir a las residencias. Al contrario que en España, donde la
mayoría de estudiantes viven en pisos o por lo menos diría un 50%, allí salvo
en algunas raras excepciones, todos se quedan en una residencia durante el primer
año. Después hacen amigos y se van a compartir casa (porque pisos la verdad que
casi no hay). A mí personalmente como estudiante Erasmus me recomendaron ir a
una residencia, ya que como allí todos son nuevos, tendría más facilidad de
conocer gente en mi misma situación; nuevos en otra ciudad. Aparte todos los
gastos estaban incluidos..total que aterricé en una de las muchas residencias
de Leeds. Allí me instalaron en el bloque A, en la planta baja. La residencia
era enorme, había bloques hasta la letra H aproximadamente y en cada uno 4
plantas con 3 pisos y 5 habitaciones en
cada uno…total…unos 500 estudiantes. Y en mi bloque a parte de 7 erasmus lo
demás eran Freshers.
EN la primera semana de freshers week todos nos juntábamos
en las plantas intermedias para hacer grandes botellones y compartir historias.
Pero cuando la freshers week terminó y comenzaron las clases comenzó a aparecer
una distancia entre los dos grupos. No es que fueran mala gente, ni mucho
menos, pero simplemente eran freshers. Si existe el estereotipo de que los
erasmus solo están de fiesta no hay palabras para describir lo que hace un
fresher. Nosotros, nos sentíamos super responsables al lado de ellos (y
salíamos una media de 3 o 4 veces por semana)
Y es que vivir
rodeado de freshers implica vivir con chicos de 18 años, que por primera vez
salen de sus casas, creen que el mundo es suyo y que no hay un mañana por lo
que deben beber hasta el límite y desfasar como en vacaciones en Salou. Esa es
la idea general. Son un grupo que te pica a la puerta un martes a las 6 de la
tarde y te invitan a subir a beber. Cuando les dices como buen español que es
que no has cenado y es un poco temprano, que tal vez luego…te dicen “No, ahora
estamos solo con cerveza, luego empezamos con chupitos de tequila” Son un grupo
que vuelve a las 3 de la mañana y no son capaces de hacer una pizza sin que salte
la alarma de incendios y tengan que desalojar a todo el bloque, que por su
culpa salgan todos en pijama a 2 bajo cero al patio a esperar que vengan a
pararla mientras ellos todavía borrachos y disfrazados, cantan a coro “Block A
is son fire” y dan palmas y se sacan fotos. Y yo con catarro y ganas de ahorcar
a uno con la boa de plumas que lleva al cuello, enfin… Y claro, eso va creando
asperezas, eso y el hecho de que no cojan una bayeta a no ser que vayan a
disfrazarse con ella. Llegaron a ser una especie casi invisible, como
poltergeist. Los oías llegar de fiesta por los ruidos, y sabias que vivían allí
por la basura que iban dejando en la cocina, pero nunca los veías. Y claro, a
los pocos meses me enteré de que el primer año de universidad para estos chicos
NO CUENTA.
Sí, sí, como lo oís, da igual
lo que hagan que si sacan malas notas no van a contar en su expediente. Con que
aprueben raspadillo, sirve. Así llegó el momento en que algunas conversaciones
con amigos Erasmus de otras residencias eran.. “uff que sueño, ayer los
píiiiiiii freshers saltaron la alarma de incendios otra vez”…El caso es que
ellos no desistían y nos seguían invitando a todas sus fiestas de disfraces
etc…pero al final teníamos otros horarios, responsabilidades y amigos
internacionales con lo que nunca llegamos a hacer piña. No creáis que los odio o algo, es que
simplemente estábamos a años luz y a veces te tocaban un poco los píiiiiiiii
así que ya sabéis, si estáis dispuestos a vivir en el mayor caos y fiesta del
mundo, juntáos a los freshers, y si no…MIND THE GAP.
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