La verdad es que este, es el día
más fácil de relataros de todos y uno de los más difíciles de vivir.
Nos levantamos con la idea de
salir; salir de aquella casa llena de bichos, salir de aquella habitación con
una moqueta en la que no entraban más manchas, salir a buscar piso, casa… en
definitiva… SALIR
Más de media mañana nos la
pasamos apuntando direcciones, mandando correos, concertando citas, yendo a agencias y moviendonos de
un lado para otro para poder ver alguna cosa más. Pero la cosa estaba más que
complicada, muchas de las casas ya estaban cogidas, y las que no, estaban
buscando ser ocupadas por un grupo completo de gente (4-5 personas) que
completaran la casa de una sola tirada.
Después de varios fracasos, de
ver cosas no demasiado buenas o absolutamente enanas, comimos, compramos
algunas cosas para poder sobrevivir en los próximos días y recorrimos
Southampton de una lado al otro, para por lo menos poder decir que lo conocimos
y que sabíamos por donde ir al centro, donde estaba el museo del Titanic, etc.
La verdad, fue bastante
decepcionante ir de un lado para otro sin saber qué hacer, a donde ir, pero sí
a donde NO ir. El día se paso pateando y a última hora de la tarde tras hacer
una parada en Sainsbury nos fuimos de vuelta a la casa (del terror).
Pero con la esperanza y la
ilusión de que el siguiente día sería mejor. ¿Por qué? Enseguida os lo cuento…
Mi posible salvación tenía nombre
de mujer, más concretamente, Elisa. Una chica francesa que también estaba en el
grupo donde nos conocimos todas en el Facebook y con la que supuestamente
debería compartir también la casa (del terror).
Pasamos toda la última parte del
día preguntándonos cómo sería, si pensaría igual que yo… qué diría de la casa…
Eran preguntas bastante absurdas, ya lo sé, pero después de ver que alguien
podía vivir en aquellas condiciones, una se preguntaba si es que era demasiado exquisita,
si estaba buscando la perfección, o es que simplemente aquello no estaba tan
mal…
No sé qué deciros… la verdad, fue
un día duro y agotador. Cuando por la noche hable con mi familia por skype y
les enseñe donde estábamos metidas lo único que me confirmaron es que tenía que
hacer lo que fuera para irme, que no podía vivir un año así. No solo por las
condiciones de la casa, si no que, si no estás a gusto es imposible que
disfrutes de lo que se supone ha de ser una de las mejores de tu vida.
Pero yo en ese momento solo
sentía tristeza, desasosiego, ansiedad y sobretodo unas ganas impetuosas de
llorar.
RECOMENDACIÓN: Si en algún
momento os sentís así, no flaqueéis, se que ahora es muy fácil decirlo, pero de
verdad os digo que todo pasa y eso sí, debéis apoyaros en las personas que tenéis
a vuestro lado, bien sea físicamente o por skype, teléfono o lo que sea.
En ese
momento solo necesitas apoyo, comprensión y alguien (de la manera que sea) que
no te deje tirar la toalla cuando se te están acabando las fuerzas.
Os puedo prometer que es incluso difícil
recordarlo, uno nunca piensa llegar a una ciudad extranjera a disfrutar de una
experiencia única en la vida y toparse con algo así, pero estas cosas pasan, y
os puedo asegurar que no soy la única, ni seré la última a la que le pasen
cosas así o parecidas, por lo que tenéis que ser fuertes y seguir adelante.
Seguiré contándoos mañana, hasta
entonces… ¡¡Paciencia y disfrutad!!
Una experiencia más, espero la entrada de mañana. Jejejej
ReplyDeleteGenial, me encanta
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