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Wednesday 30 October 2013

MIND THE GAP/ FRESHERS ON BOARD

Hoy no seré yo quien escriba el post, os dejó con Beatriz, quien hoy nos cuenta una de sus experiencias como Erasmus en Leeds. La he conocido gracias al blog y no quiero perder la ocasión de darle las gracias por querer participar en él y acercarnos su punto de vista. ¡Os dejo con ella! 



Cuando la creadora de este blog me pidió que contara algo sobre mi experiencia Erasmus no sabía muy bien de qué podía hablar pero después me acordé de que hay una especie humana inexistente en el sistema universitario español y esos son los “Freshers”. En un artículo Virginia ya habló sobre la “freshers week”, y ahora a mí me gustaría compartir con vosotros mi experiencia conviviendo con esta generación. Desde el primer día nos pareció que había algo raro, diferente, una gran barrera que nos separaba a Erasmus y freshers y que sólo se derrumbaba en los momentos de fiesta. Por lo demás y pese a la corta franja de edad entre los dos, apenas 3 años, se presentaba un abismo casi insalvable.

 En el sistema anglosajón al igual que en el americano en el primer año de universidad, los estudiantes van a vivir a las residencias. Al contrario que en España, donde la mayoría de estudiantes viven en pisos o por lo menos diría un 50%, allí salvo en algunas raras excepciones, todos se quedan en una residencia durante el primer año. Después hacen amigos y se van a compartir casa (porque pisos la verdad que casi no hay). A mí personalmente como estudiante Erasmus me recomendaron ir a una residencia, ya que como allí todos son nuevos, tendría más facilidad de conocer gente en mi misma situación; nuevos en otra ciudad. Aparte todos los gastos estaban incluidos..total que aterricé en una de las muchas residencias de Leeds. Allí me instalaron en el bloque A, en la planta baja. La residencia era enorme, había bloques hasta la letra H aproximadamente y en cada uno 4 plantas con 3 pisos  y 5 habitaciones en cada uno…total…unos 500 estudiantes. Y en mi bloque a parte de 7 erasmus lo demás eran Freshers.
EN la primera semana de freshers week todos nos juntábamos en las plantas intermedias para hacer grandes botellones y compartir historias. Pero cuando la freshers week terminó y comenzaron las clases comenzó a aparecer una distancia entre los dos grupos. No es que fueran mala gente, ni mucho menos, pero simplemente eran freshers. Si existe el estereotipo de que los erasmus solo están de fiesta no hay palabras para describir lo que hace un fresher. Nosotros, nos sentíamos super responsables al lado de ellos (y salíamos una media de 3 o 4 veces por semana)

 Y es que vivir rodeado de freshers implica vivir con chicos de 18 años, que por primera vez salen de sus casas, creen que el mundo es suyo y que no hay un mañana por lo que deben beber hasta el límite y desfasar como en vacaciones en Salou. Esa es la idea general. Son un grupo que te pica a la puerta un martes a las 6 de la tarde y te invitan a subir a beber. Cuando les dices como buen español que es que no has cenado y es un poco temprano, que tal vez luego…te dicen “No, ahora estamos solo con cerveza, luego empezamos con chupitos de tequila” Son un grupo que vuelve a las 3 de la mañana y no son capaces de hacer una pizza sin que salte la alarma de incendios y tengan que desalojar a todo el bloque, que por su culpa salgan todos en pijama a 2 bajo cero al patio a esperar que vengan a pararla mientras ellos todavía borrachos y disfrazados, cantan a coro “Block A is son fire” y dan palmas y se sacan fotos. Y yo con catarro y ganas de ahorcar a uno con la boa de plumas que lleva al cuello, enfin… Y claro, eso va creando asperezas, eso y el hecho de que no cojan una bayeta a no ser que vayan a disfrazarse con ella. Llegaron a ser una especie casi invisible, como poltergeist. Los oías llegar de fiesta por los ruidos, y sabias que vivían allí por la basura que iban dejando en la cocina, pero nunca los veías. Y claro, a los pocos meses me enteré de que el primer año de universidad para estos chicos NO CUENTA.  


Sí, sí, como lo oís, da igual lo que hagan que si sacan malas notas no van a contar en su expediente. Con que aprueben raspadillo, sirve. Así llegó el momento en que algunas conversaciones con amigos Erasmus de otras residencias eran.. “uff que sueño, ayer los píiiiiiii freshers saltaron la alarma de incendios otra vez”…El caso es que ellos no desistían y nos seguían invitando a todas sus fiestas de disfraces etc…pero al final teníamos otros horarios, responsabilidades y amigos internacionales con lo que nunca llegamos a hacer piña.  No creáis que los odio o algo, es que simplemente estábamos a años luz y a veces te tocaban un poco los píiiiiiiii así que ya sabéis, si estáis dispuestos a vivir en el mayor caos y fiesta del mundo, juntáos a los freshers, y si no…MIND THE GAP.

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